El jueves pasado descubrí que la mayoría de la gente tiene/tuvo/ha tenido uno o varios amores platónicos. Las opciones son muchas: actores, cantantes, escritores, periodistas, gente que uno ve en la calle o el chico al que uno nunca se atrevió a hablarle, entre muuuuuchos otros. El problema de estos amores es que son completamente inviables, no sólo porque la otra persona ni sabe que existimos, sino porque a veces hay impedimentos que van más allá de nosotros mismos. Hace tiempo una amiga mía (de quien guardaré su identidad) se había enamorado de "Marconi" el que inventó la radio hace como muchos siglos. Y yo no me quedo atrás... y es que mi amor platónico máximo fue, es, y será siempre Clark Kent, pero no piensen en el tipo de capa roja que ocupa la ropa interior sobre la otra, no es aquel, mi amor platónico es la persona que está detrás de la identidad de Superman, es ese que no le interesa la fama, si ayuda es porque desea hacerlo, no hace alarde de sus poderes, y posee una sensibilidad como ninguno. Imposible compararlo con el engreído de Súperman que le gusta andar mostrando los músculos, volar por los cielos para que todos lo observen y lo admiren, me carga esa postura del chico canchero que las salva a todas. ¿Pero como puede una persona albergar dos personalidades tan contrarias? Bueno, es un personaje ficticio, si alguna vez hago algo en el que hayan personajes me preucuparé de que el tímido le gane al galán y se quede con la chica.
Ahora que yo ya dije quien es mi amor platónico les toca a ustedes, pero tiene que ser con argumentos, para convencerme, y no sé, ultimamente me está gustando esto de hacer un blog más interactivo, esperando que me respondan, con la esperanza de que así alguien postee.Saludos y a Yoliar se ha dicho!